Recuerdos lechosos

Me está resultando dificil quitarme de la cabeza la experiencia con la mama lechera del otro día y pienso que la única salida que voy a tener es repetir con ella, si como espero, no hay problema para eso. Lo preocupante es que llevo días sin ver su anuncio y eso me da mala espina. Igual ya ha cerrado el asunto y el resto de la leche se la quiere reservar a su cachorro. Será cuestión de mentalizarse para que, el peor de los casos, no vuelva a sentir ese tacto en mis morros de una explendida aureola húmeda de la leche y unos succionables al máximo pezones. Solo recordarlo ya se me pone la polla a mil.

Revisando ayer de madrugada mis archivos de material perverso, donde, como no, el mundo de la lactancia tiene su pilar principal, encontre unos cuantos videos que podría resumiros muy bien como fue lo del otro día y de paso, haceros los dientes algo más largos.

Las orientales, para la sumisión, para la pervesión, son únicas. Me fascinan las mujeres de esa raza porque las he visto siendo protagonistas de cosas que las occidentales no tienen puta idea de realizar, en el campo por ejemplo del sexo dominante (mi otra pasión) con el realismo suficiente. Son especiales y de entrada podría ser que para los tetomanos fueran menos atrayentes por su habitual carencia de suficiente volumen mamario. Pero es está cambiando en los últimos tiempos y prueba de ello es este video que os regalo, sin que lo merezcais, todo sea dicho por vuestros nulos comentarios. La propietaria de tan suculentos pechos muestra unas mamas con bastante parecido en volumen y forma a los que amamante el otro día. Así que, en cierto modo, el video es una simulación bastante cercana de lo que pasó.

Que lo disfruteis.



Solo me ha faltado ver este video aquí colgado... Decidido, voy a contactar con ella entre hoy y mañana, si puedo. Para intentar chuparle de nuevo las ubres.